El estadio del Xeneize fue allanado por el Ministerio Público Fiscal y se determinó el cierre de las instalaciones por cinco días debido a un posible exceso de público permitido en el encuentro ante Lanús.
El regreso de las hinchadas a todos los estadios del fútbol argentino, que fue aprobado en las últimas semanas tras la fuerte pandemia por COVID-19 que azotó al mundo en el último año y medio, es el tema central del momento y que ha generado polémica en torno a la cantidad de personas que asisten a los partidos de fútbol a pesar de las restricciones y condiciones impulsadas por el Gobierno Nacional. En las últimas horas se dió a conocer que las oficinas del estadio de Boca Juniors fueron temporalmente restringidas ya que se cree que hubo un posible excedente del 50% de aforo aprobado para asistir a cada encuentro de la Liga Profesional de Fútbol.
El allanamiento del estadio Alberto J. Armando fue solicitado por Celsa Ramírez, quién se desempeña en la fiscalía especializada en eventos masivos, y su pedido fue otorgado por el juzgado este mismo martes por la tarde. Además del estadio del elenco boquense se llevó a cabo el mismo procedimiento con el Club Nueva Chicago, que milita en la Segunda División del fútbol argentino, “por posibles excesos en el aforo” el pasado jueves en el acto de cierre del plenario de organizaciones sociales del cuál fue parte el presidente de la Nación Argentina, Alberto Fernández.
La capacidad de espectadores permitidos para el ingreso en el caso de las instalaciones del elenco azul y oro es de un total de 26,500 personas, por lo que sospechan desde el Cuerpo de Investigaciones Fiscales que se excedió el máximo de publico habilitado al observar las imágenes del enfrentamiento del sábado vs Lanús, aunque desde Boca aseguran que nisiquiera se llegó a completar el cincuenta por ciento que se tiene a disposición en la jornada frente al Granate (se habrían vendido el 46% de las entradas).
De esta forma, La Bombonera ingresó a la lista de imputaciones que ya se le hicieron a otros estadios de Buenos Aires como el de River Plate en el último superclásico al quedar esclarecido notoriamente que hubo una asistencia casi completa de hinchas, al de Vélez Sársfield en el cotejo contra Independiente de Avellaneda y a la de Nueva Chicago tras el evento político.